lunes, 16 de mayo de 2016

VENTURA DE LA VEGA, DEFINE A EDUARDA MANSILLA

          

          Que la naturaleza es la madre artista y el modelo de los artistas, es antigua trivialidad, y parece confirmarse por la observación de que ella a semejanza de éstos, o más bien éstos a semejanza de ella, tienen su trabajo de abasto, -ordinario, imperfecto y como farfullado por mano de los oficiales y no del amo-; y su trabajo de amor y de esmero, en el cual se proponen hacer por el honor del su firma. La naturaleza vuelve entonces, como ellos, a los mejores modelos, escoge los más exquisitos materiales, combina las excelencias de gusto y de servicio, de vista y de uso: trabaja ella misma, sin consentir otra colaboración que la de Dios; y el resultado es desde luego una prenda sobresaliente, una joya de Exposición. 

          A esta línea pertenece la señora doña Eduarda Mansilla de García, esposa del actual Ministro Argentino en Washington don Manuel Rafael García, ya conocido de nuestros lectores por su ilustradora pluma. 

             El cielo y la naturaleza han reunido efectivamente en la brillante personalidad de la señora García las gracias y los dones que soliendo andar distribuidos de uno en uno, bastan a menudo para hacer la fortuna de quienes los poseen. Hay en ella un monopolio, que desmiente aquella consoladora teoría propalada por los necesitados y los feos, de que, según la constitución divina, dichos dones a semejanza de los cargos públicos y sus emolumentos, no son acumulables. Ella contradice igualmente la aserción de los naturalistas, de que las aves que mejor cantan son las de menos vistosa apariencia.

             En una carta particular de Ventura de la Vega a Lucio Victorio Mansilla, hermando de Eduarda, le dice:  "[...] He leído 'Atar-Gull' ¿qué quiere Ud. que le diga? Mi juicio no puede ser imparcial; el nombre de Mansilla que viene al frente se lleva todas mis simpatías y me predispone a sólo admirar. ¿Y sabe Ud. por qué es eso? porque estoy encantado con el talento y los escritos de otra persona que lleva el mismo nombre: su hermana Eduarda. Sólo por cartas la conozco pues ella habita en París, pero estamos en correspondencia literaria y he leído una novela suya titulada 'El médico de San Luis' que le confieso a Ud. amigo, que es una verdadera joya. 

            Atar-Gull me hace ver que son dignos hermanos uno de otro. Lo único que se puede criticar al drama es la elección del asunto. Eugenio Sué es un autor de brocha gorda, y no merecía el honor que le ha hecho Mansilla."

Fuente: El médico de San Luis. Año 1860
Novela americana de Eduarda Mansilla de García, precedida de apuntes por Miguel Navarro Viola y de un estudio sobre la autora por Rafael Pombo.

Fuente: Eduarda Mansilla (1834-1892) 
El médico de San Luis. Segunda edición, Buenos Aires, La Biblioteca Popular de Buenos Aires, Librería Editora de Enrique Navarro Viola, Año 1879. 

Nota: El óleo que adorna el presente artículo es obra del reconocido pintor español Federico de Madrazo y Kuntz y fue pintado en el año 1849. Dicha pintura, se encuentra actualmente en el Museo del Prado en Madrid, España.

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